¿QUÉ ES LA DESCONEXIÓN?
Un scientologist puede tener dificultades para lograr progreso espiritual en la auditación o en el entrenamiento si está conectado a alguien que es supresivo o que se muestra antagónico a Scientology o a su doctrina. Todos los avances espirituales obtenidos con Scientology pueden perderse debido a que el individuo está siendo continuamente invalidado por una persona antagónica que lo único que quiere es dañarla. Con el fin de resolver esto, dicho scientologist, o bien “maneja” el antagonismo de esa otra persona con datos verdaderos sobre Scientology y la Iglesia, o bien, como último recurso, cuando todas las tentativas de manejo han fracasado, “se desconecta” de la persona o deja de comunicarse con ella.
Definición de L. Ronald Hubbard
“El término manejar por lo general hace referencia al arreglo de un conflicto con otra persona, mediante la aplicación de la tecnología de la comunicación”.
“El término desconexión se define como una decisión autodeterminada, tomada por un individuo, de que ya no va a estar conectado con otro”. Es un corte de una línea de comunicación.
“El principio básico de ‘manejar o desconectarse’ existe en cualquier grupo y el nuestro no es diferente”.
“Esto es muy parecido a intentar tratar con un criminal. Si él no está dispuesto a manejar la situación, la sociedad recurre a la única solución que queda: ‘desconecta’ al criminal de la sociedad. En otras palabras, retira al individuo de la sociedad y lo mete en la cárcel porque él no está dispuesto a manejar su problema o, de otra forma, a dejar de cometer actos criminales contra otros”.
Una persona que se desconecta, simplemente está ejerciendo su derecho a comunicarse o a no comunicarse con otra persona en particular. Este es uno de los derechos más fundamentales del ser humano. Ya que el Sr. Hubbard indicó:
“Si alguien tiene derecho a comunicarse, entonces también debe tener derecho a no recibir la comunicación de otro. Este último corolario del derecho a comunicarse es lo que nos da nuestro derecho a la intimidad”.
No existe una política dentro de Scientology que obligue a los miembros de la Iglesia a desconectarse de nadie, y mucho menos de la familia o amigos que tengan diferentes creencias. Por el contrario, el código moral de Scientology obliga a los scientologists a respetar las creencias religiosas de los demás. La Iglesia alienta la excelencia de las relaciones familiares, ya sean scientologists o no, y de forma habitual las relaciones familiares mejoran con Scientology debido a que los scientologists aprenden cómo incrementar la comunicación y resolver cualesquiera problemas que pudieran haberse presentado con anterioridad.